Entrevista de Michael Slate al profesor de historia Bruce Cumings
Lo que “todos saben” sobre Corea del Norte, y la verdadera historia de la agresión de Estados Unidos
8 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El viernes 30 de junio, después de reunirse con el presidente surcoreano Moon Jae-in, Donald Trump volvió a amenazar con agresión militar a Corea del Norte: “La era de la paciencia estratégica con el régimen norcoreano ha fracasado y francamente, esa paciencia ha terminado”.
La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) es un régimen opresivo —no un estado socialista revolucionario— una fuerza reaccionaria en el mundo. Durante meses, el régimen fascista de Trump y Pence lo ha amenazado diciendo que “todas las opciones” están sobre la mesa si Kim Jong-un no pone fin al programa de armas nucleares. Trump dice que quiere que “se lidie rápidamente” con Corea del Norte, y su Asesor de Seguridad Nacional H.R. McMaster dice que cada opción que se está preparando incluye un ataque militar estadounidense. Así que ahora hay un peligro concreto de un ataque militar estadounidense, posiblemente con armas nucleares, lo que podría llevar a la muerte de millones de personas en la región.
Lo siguiente es de una entrevista del 9 de junio de 2017 con el autor y profesor Bruce Cumings en The Michael Slate Show en la radio KPFK Pacifica. Los gobernantes estadounidenses y los medios de comunicación pintan a Corea del Norte como el agresor. Pero como explica Bruce Cumings, hay una larga historia de guerra, amenazas e intervención estadounidenses contra Corea del Norte.
Revolución/revcom.us presenta entrevistas de The Michael Slate Show para familiarizar a nuestros lectores con las opiniones de figuras importantes del arte, el teatro, la música y la literatura, la ciencia, los deportes y la política. Las opiniones expresadas por los entrevistados son, por supuesto, las suyas; y ellos no son responsables de las opiniones publicadas en otras partes por Revolución/revcom.us.
Michael Slate: En su libro Inventing the Axis of Evil, the truth about North Korea, Iran, and Syria [Inventar el eje del mal, la verdad sobre Corea del Norte, Irán y Siria], usted señala un punto que consideré importante que la gente entendiera, que Estados Unidos aterrorizó a Corea del Norte con armas nucleares durante y después de la guerra de Corea, y fue el único poder que introdujo armas nucleares en suelo coreano. Así que hay mucho que la gente no conoce al mismo tiempo que Estados Unidos dice que los norcoreanos son locos y que juegan con las armas nucleares.
Bruce Cumings: Parece un poco a la invasión de Irak en 2003, la mayoría de la gente, incluidos muchos liberales, aceptando como un hecho que Saddam Hussein fue un brutal dictador que tenía armas de destrucción masiva, y no ofrecían ninguna historia real; por ejemplo, nuestro apoyo a Saddam Hussein en la década de 1980 en la guerra con Irán.
Entonces tenemos una guerra, y la guerra va muy mal. Sigue siendo una catástrofe completa. Y toda esta historia sale. Y si libráramos una guerra contra Corea del Norte, lo que ha parecido más cerca bajo la administración de Trump que desde hace algún tiempo, saldría toda la historia sobre la operación estadounidense llamada Hudson Harbor en 1951 en la que B29s dejaron caer bombas atómicas falsas sobre Corea del Norte para ver si podrían ser útiles contra concentraciones de tropas y ciudades. El presidente Eisenhower, cerca del final de la guerra en mayo de 1953, probó una de las bombas atómicas más grandes jamás probadas, y también disparó el primer cañón atómico. Y pusieron todo esto en las portadas de los periódicos con la intención de poner fin a la guerra e intimidar Corea del Norte y China. Y luego, como usted dijo, en 1958, instalamos en Corea del Sur cientos de armas nucleares, armas tácticas de campo de batalla y ojivas de corto alcance sobre misiles. Por lo tanto, somos los primeros en introducir armas nucleares en la península coreana y las mantuvimos allí hasta 1991. Las retiramos alrededor del mundo porque el Pentágono consideró que los explosivos de alta precisión no nucleares causarían menos problemas. No tendrían radiación y daños colaterales [que sí tendrían] con armas nucleares. Así que las retiramos.
Las retiramos. Pero se puede confiar en que Donald Trump diga lo que todavía enfrenta a los norcoreanos, por ejemplo un submarino Trident, a veces llamado el Armagedón en un tubo de salchicha. Mencionó que dos de nuestros submarinos nucleares estaban frente a la costa de Corea del Norte la semana pasada, la cual es, por supuesto, información clasificada. No se supone que diga eso. No lo sabe. Pero el hecho es que uno, o todos, de nuestros submarinos nucleares podrían acercarse a la costa norcoreana y arrasar con Corea del Norte en cuestión de horas.
En 1995 Colin Powell dijo —y esto debería dar a sus oyentes una idea del largo tiempo que este problema ha estado en vigor, en realidad hemos lidiado con el problema nuclear de Corea del Norte durante 25 años— Colin Powell dijo que si alguna vez usaran un arma nuclear en ira, Estados Unidos convertiría a Corea del Norte en una briqueta de carbón vegetal.
Sólo quiero decir una cosa más sobre eso. Si te imaginas lo de Corea del Norte como el Equipo Verde contra el Equipo Azul, en lugar del malvado Kim Jong-un con su corte de pelo estrafalario contra el siempre perfecto Estados Unidos, puedes ver lo que enfrentan. Es un país pequeño, y la mayor potencia del mundo lo amenaza constantemente con la aniquilación nuclear. El presidente Obama también lo hizo. Envió rutinariamente bombarderos nucleares B1 y B2 sobre Corea del Sur para ejercicios. Por lo tanto, es una situación muy peligrosa, y creo que les corresponde a los estadounidenses ponerse en los zapatos de los norcoreanos y ver el mundo que enfrentan, a pesar de los estereotipos que presentan los medios de comunicación acerca de qué tan locos son, y qué tan peligrosos.
Michael Slate: Hablando de loco y peligroso, usted dice que Corea del Norte no habría tenido armas nucleares si Estados Unidos en realidad hubiera cumplido su palabra en el pasado.
Bruce Cumings: Personas que siguen de cerca la situación, y altos funcionarios de la administración de Clinton como la secretaria de Estado Madeleine Albright y su colaboradora muy cercana sobre Corea del Norte, Wendy Sherman, han escrito sobre esto: En junio de 1994, Bill Clinton estaba a punto de lanzar un ataque preventivo a la instalación nuclear de Corea del Norte. Sólo más tarde la gente se dio cuenta, o llegó a comprender, lo cerca que estábamos de una guerra con Corea del Norte en ese momento. Pero al enterarse Jimmy Carter intervino. Voló a Pyongyang y habló directamente con Kim Il-sung y consiguió que Corea del Norte suspendiera toda su [producción de] plutonio.
Es muy importante subrayar que esa suspensión fue cabalmente monitoreada y verificada durante ocho años — cada día, cada hora. Había inspectores de la ONU en el suelo, cámaras de circuito cerrado que lo observaban todo el tiempo. Se sellaron los reactores. Y por supuesto sabemos con nuestra inteligencia cuando se encienda un reactor. Así que no hay duda. Los norcoreanos no tenían ni una onza de plutonio desde 1994 hasta 2002. Sin embargo, George W. Bush ya había puesto Corea del Norte en su Eje del Mal en 2002. Luego en septiembre anunció su doctrina preventiva, con el eufemismo: “defensa propia anticipatoria”. Y enumeró Corea del Norte, junto con Irán y especialmente Irak, como los países por los cuales se desarrolló esta política. Luego, por supuesto, invadió Irak en marzo de 2003, lo que en realidad fue una guerra preventiva en lugar de una defensa propia anticipatoria. No hay que tratar esto, pero Sadam Husein en realidad estaba escribiendo una novela en ese momento y tratando de hacer todo para no provocar a Estados Unidos.
Después de eso, Corea del Norte dijo abierta y fuertemente que Saddam Hussein no tenía armas nucleares, que si los hubiera tenido, no habría sido derrocado. Eso no va a pasar a nosotros. Volvieron a producir plutonio, expulsaron a los inspectores y comenzaron sistemáticamente a construir armas atómicas, y probaron la primera tres años más tarde, en 2006.
No creo que sea un juicio partidista sino una declaración de verdad decir que George W. Bush tenía dos enormes catástrofes en sus manos. Una es la invasión de Irak, que básicamente destruyó el Medio Oriente desde 2003. Y segundo, él es la persona principal responsable de que Corea del Norte haya obtenido las armas nucleares. Y creo que muchos expertos creen eso. Madeleine Albright ha escrito sobre eso. Pero no sale en los medios de comunicación en absoluto, en parte porque mucha de nuestra gente prefiere decir, bueno, me da igual. No debemos parecer partidarios.
Michael Slate: Usted dice que últimamente se ha rechazado completamente el uso de acuerdos, etc., que hay una suposición de que nadie ha sido capaz de frenar a los chiflados en Corea del Norte y su programa nuclear, y ya es hora de pelear o derribarse. Hablemos de eso.
Bruce Cumings: La gente dice rutinariamente que Corea del Norte siempre ha engañado y nunca ha mantenido sus acuerdos. Y no entiendo eso porque simplemente no es cierto. Además del acuerdo sobre el plutonio, la suspensión y el acuerdo sobre los misiles, Corea del Norte en 2000 también estableció relaciones con muchos de nuestros aliados. Tienen relaciones diplomáticas con Canadá y Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia. Somos uno de los últimos países que no tiene relaciones con Corea del Norte, todavía tratando de aislarla. Pero el hecho es que Corea del Norte estaba tratando de establecer relaciones, y se enfrentaron al muro de hostilidad de Bush.
Es cierto que si seguimos intimidando a Corea del Norte con armas nucleares, llevándolas al teatro en submarinos y el poder aéreo, cualquiera en Corea del Norte conseguiría una fuerza disuasoria. En ese sentido, los críticos de Corea del Norte tienen razón de que Corea del Norte, después de sentirse intimidado durante muchos, muchos años, finalmente desarrolló las armas nucleares. Podría haber ocurrido de todos modos. Pero el hecho es que teníamos acuerdos con ellos que les impidieron producir las armas nucleares.
Por último, en respuesta a su pregunta, diría que bajo Trump la conversación acerca de Corea del Norte ha sido absurda, ya que Trump, como ya he dicho, habló de nuestros submarinos nucleares frente a la costa. Ha amenazado Corea del Norte. También dijo que le gustaría hablar y comer una hamburguesa con Kim Jung-un, lo que podría ser el enfoque mejor. Pero Trump es tan errático, y la única cosa que los norcoreanos notan son los submarinos, las dos fuerzas navales encabezadas por portaaviones que están en aguas del nordeste de Asia en este momento. Lo que Trump ha hecho en privado o en secreto, o lo que el Pentágono ha hecho, es simplemente arrimar un montón de armamento contra Corea del Norte.
Mientras tanto, nuestra prensa, lo que incluye no sólo Fox News sino CNN y MSNBC, constantemente presenta historias escalofriantes sobre Corea del Norte. Vi en la CNN que Ana Navarro, una de sus comentaristas frecuentes, incluso se refería a Kim con su nombre de pila, diciendo: “El muchachito Un es un maníaco”. Es probable que ella creyera que ese era su apellido. Pero así es el nivel de la conversación acerca de Corea del Norte bajo Trump.
Michael Slate: Usted también ha señalado, y creo que es realmente importante, que hay una percepción completamente diferente del problema, la fuente del peligro, en relación con las armas nucleares en Corea. Hay una epistemología, que siempre está mal usar, que se basa en “todo el mundo lo sabe”. Y es muy peligroso en relación con esto. En realidad hay una larga historia, como usted ha dicho, de amenazas nucleares contra Corea del Norte. De hecho, Estados Unidos recién ha instalado el sistema de defensa antimisiles THAAD en Corea del Sur. Hablemos de esas dos cosas.
Bruce Cumings: Bueno, esa fue una de las estratagemas más cínicas de Estados Unidos en los últimos años. Introdujo este sistema de Terminal High Altitude Area Defense [Defensa Terminal del Área de Alta Altitud] en Corea del Sur durante el juicio político del presidente Park Geun-hye y antes de las elecciones que se celebraron a principios de este mes en que subió al poder un progresista.
Estados Unidos teme que Moon Jae-in, el presidente nuevo, quiera dialogar con Corea del Norte como hizo su mentor, Roh Moo-hyun, presidente de 2002 a 2007. Así que querían instalar ese sistema antes de que tomara el cargo el presidente nuevo, quien acaba de quejarse la semana pasada de que hayan introducido cuatro lanzadores sin su permiso, o sin notificar a su oficina. En otras palabras, seguimos expandiendo el sistema aun después de que él es presidente, sin decirle.
Hay una situación escandalosa en nuestra relación con Corea del Sur. Nunca tenemos problemas con el partido gobernante que ha incluido a dictadores, pero siempre tenemos problemas con los liberales y progresistas que quieren intentar un enfoque diferente hacia Corea del Norte. La única vez que no ha sido cierto fue cuando Bill Clinton y William Perry cambió la política estadounidense al diálogo durante dos años, 1998 a 2000 — la única vez que entablemos conversaciones directas con los norcoreanos que realmente dieron resultados.
Pero a mí parece que al presidente Trump no le va a gustar mucho el presidente Moon, y que veremos mucha tensión en su relación, al igual que existía entre George W. Bush y Roh Moo-hyun a principios de los años 2000.
Quiero decir algo más sobre el sistema THAAD. En realidad no está diseñado para derribar los misiles norcoreanos. Corea del Norte tiene misiles de corto a medio alcance y puede lanzarlas docenas a la vez, y no hay manera de que este sistema THAAD pueda derribarlos. La verdad es que está allí para monitorear los misiles de largo alcance de Corea del Norte y las pruebas chinas de misiles y los misiles chinos de largo alcance. Los chinos se han quejado muchísimo de esto.
Creo que la instalación del sistema THAAD en Corea del Sur fue principalmente política, en el sentido de su motivo era instalarlo antes de que se eligiera un presidente progresista, y hacer lo que Estados Unidos ha tratado de hacer por muchos años: forjar un alineamiento, una alianza, de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos para contener a China. En realidad no tiene mucho que ver con la supuesta amenaza norcoreana. Pero sí tiene mucho que ver con enfurecer China y asegurarse de que el sistema esté instalado antes de que un presidente llegue al poder a que no le guste.
Michael Slate: ¿Qué tan peligrosa es esta situación, tanto en términos de guerra como el impacto de una guerra en la supervivencia humana?
Bruce Cumings: Estoy en contacto con 30 o 40 personas cuyo trabajo tiene que ver con Corea del Norte, ex funcionarios del gobierno, académicos. Por alguna razón, Corea del Norte ha llegado a ser un tema candente. Ya tenemos 15 o 20 sitios web que se ocupan del tema que nunca tuvimos hace 10 o 15 años. Pero en los últimos pocos meses, he visto una y otra vez a expertos muy bien informados que están preocupados por la posibilidad de un choque entre Estados Unidos y Corea del Norte. Podría proceder de un incidente que se intensifique hasta la guerra, o de un ataque preventivo. En marzo y abril salió muchas noticias de que Trump y su gente favorecían un ataque preventivo contra Corea del Norte, contra sus misiles. Realmente no se puede atacar a sus instalaciones nucleares de manera preventiva sin soltar una gran cantidad de radiación por la región.
Existía casi un consenso en Washington D.C. en el otoño y el invierno de que si Corea del Norte siguiera avanzando hacia una capacidad para alcanzar a Estados Unidos con un misil de largo alcance y un arma nuclear, pues tendríamos que considerar impedirlo con un ataque preventivo. Y es muy pero muy peligroso porque a lo largo de la DMZ [la zona desmilitarizada, la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur], han pasado varios ciclos de medidas y contramedidas preventivas de parte de los ejércitos de Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos, tanto medidas que efectuaron como las que concibieron, desde hace décadas, desde la guerra de Corea. Por lo tanto, incluir la amenaza de un ataque preventivo contra los misiles de Corea del Norte es simplemente acercarse a la guerra general en la región de que hemos hablado.
El Dr. Bruce Cumings es Profesor de Servicio Distinguido Gustavus F. y Ann M. Swift de Historia en la Universidad de Chicago, y autor de muchos libros, entre ellos: The Korean War [La Guerra de Corea] y Inventing the Axis of Evil, the truth about North Korea, Iran, and Syria [Inventar el eje del mal, la verdad sobre Corea del Norte, Irán y Siria] (contribuyente).
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